EL TORERO ARREPENTIDO
Érase una vez un joven torero
que preparaba, ilusionado, su próxima corrida de toros. Llegó el ansiado día y
el muchacho había revisado con esmero hasta el último detalle. Todo debía ser
perfecto; nada podía fallar en tan gloriosa tarde.
Comenzó la corrida. Las
ovaciones y los aplausos se escuchaban por doquier. El lidiador, henchido de
orgullo, se pavoneaba una y otra vez, logrando hacer un auténtico espectáculo
de aquella tarde de toros.
En su afán por impresionar al
enfebrecido público que clamaba ¡olé! sin cesar, el vanidoso matador hizo un
giro sobre sí mismo. No calculó bien la suerte y tropezó consigo mismo, cayendo
de bruces al lado del moribundo toro.
El astado, con la voz trémula y
el aliento entrecortado por el intenso sufrimiento, inquirió:
-¿Te has hecho daño?
El torero palideció al escuchar
las palabras del pobre animal.
-¿Cómo dices? – preguntó.
La voz del toro, herido de
muerte, preguntó nuevamente, entre quejidos de agonía.
-¿Te has hecho daño?
El lidiador, perplejo murmuró:
- Estoy a punto de matarte, ¿y
tú te preocupas por mí?
El toro, ya sin fuerzas, respondió:
- No comprendo tu afán por quitarme
la vida. Yo jamás te hice daño alguno. Pero, aún así, no soy nadie para
juzgarte.
El matador, conmovido por las
palabras del pobre animal, lloró amargamente sobre la arena teñida de sangre.
Miró fijamente a los ojos del toro y
exclamó, con la voz entrecortada por su propio arrepentimiento:
-Perdóname. Efectivamente, tú nunca
me hiciste daño, y yo, sin embargo, he decidido matarte para satisfacer mi ego
y enriquecer mi bolsillo.
El animal sonrió agradecido y,
con un débil hilo de voz, concedió:
- Estás perdonado. Me siento recompensado al comprobar que también los
seres humanos tenéis corazón.
Tras una dura lucha por
sobrevivir, el bravo astado logró recuperarse. A partir de entonces vivió con
el torero arrepentido, quien fundó una dehesa para proteger a todos los toritos
indefensos de la región.
FIN
Me gustó
ResponderEliminarcomo una prueba
ResponderEliminarnueva prueba
ResponderEliminarSiento que no puedas enviarme las fotos ¿Has probado ha hacerlo a correo electrónico?
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